En un sentido acto, realizado en una sinagoga en el norte de Barranquilla, se cumplió el homenaje póstumo al periodista Mike Schmulson, quien falleció el pasado jueves, en Houston,  Estados Unidos.

El acto, tuvo la fuerte presencia de la comunidad judía de la ciudad, además de otros asistentes que para acceder al sitio debieron colocar sobre sus cabezas el tradicional kepá, el cual es una especie de boina que todos los varones deben colocarse al ingresar al recinto.

Su hijo Rodolfo fue uno de los anfitriones al acto y señaló cómo debe ser honrada la memoria de su padre, uno de los locutores más importante de la historia del deporte barranquillero.  

“Hay que recordarlo como la persona que fue: alegre, calculadora, caribeña como decimos, impecable. Yo pienso que el legado que mi papá dejó al periodismo es todo lo que él hizo por Telecaribe en su momento, por la prensa y por el deporte para que esto siga adelante, para que hayamos más beisbolistas, más deportistas. No solamente el béisbol, el boxeo o el fútbol”, opinó.

Así mismo, expresó que nada llenará el espacio dejado por la partida de su padre, tanto en el seno de su familia como en Colombia.  

“En el hogar y en todo el país, el vacío es inmenso. Es una gran persona que a todo el mundo quería ayudar. Siempre era primero la gente, después el resto de la gente y después él. Yo no creo que nadie pudiera odiar a mi papá”.

Mike, el amigo

Otros, quienes compartieron con el comunicador de años de amistad y que permitieron forjar una sincera amistad, recuerdan todas las aventuras vividas a lo largo de ese tiempo, como es el caso del empresario, político y dirigente deportivo, Fuad Char Abdala.

“Tuvimos una amistad de 40 años. La época del béisbol profesional,  a nivel de Barranquilla y Cartagena, que Olímpica participó. Estuvimos acompañándolo en una Serie Mundial entre Baltimore y Pittsburgh. También a ver a Jackie Gutiérrez en una serie entre Medias Rojas y Yankees en Boston, que fueron Mike y Marcos Pérez y yo los acompañé , pasamos unos días inolvidables”, reseñó.

Así mismo, dijo de aquellas jornadas en que Mike fue su mánager, alguna vez que integró una novena de béisbol universitaria.

“Con Mike todo era alegría y de una simpatía enorme, que contagiaba. Me acuerdo de Mike dirigiendo la Selección de la Universidad del Atlántico de Béisbol. Estamos hablando de un pocotón de años. Yo era su cuarto bate, me tenía por rosca, como mánager era un desastre, pero pasamos momentos inolvidables”, recordó entre risas.

Maestro del béisbol

Otro de los asistentes al evento fue el pelotero José Quintana, jugador de los Medias Blancas de Chicago, quien también lamentó la muerte del quien fue una persona que influyó fuertemente en su carrera.

“Va ser un gran ausente en todas las narraciones del béisbol. Recuerdo muchas frases de él, y siempre la manera jocosa en que me saludaba, siempre me decía ‘Joselito, ¿te vas o te quedas?’ y le decía que todavía estaba en ese equipo. Siempre me quiso ver en otro equipo.  Lo tendré presente y gracias por todo lo que pudo hacer por uno”, cerró.

El cuerpo de Mike Schmulson fue sepultado este miércoles en el cementerio judío de Barranquilla, en una ceremonia privada rodeado de sus seres más queridos y cercanos. 

Siguiendo la tradición judía, en casa de la familia Schmulson Steckerl, habrá rezos durante los próximos cinco días en la mañana y en la tarde.